Éstas son sólo algunas de las ideas para agasajar o agasajarte con un hombre desnudo. Muchas las podrás poner en práctica con casi cualquier hombre que te guste, algunas requieren más complicidad y otras dependen de la personalidad de tu hombre desnudo en cuestión.

Bon appétit!

Acariciarle para enseñarle cómo te gusta que te acaricien.

Ponerle a tono y pedirle sexo oral después.

Concederle un deseo (pida lo que pida, lo conocerás un poco más).

Ponerle una pajarita y pedirle que te sirva la cena.

Pintarle con pintura comestible y devorarlo.

Iniciarte en el body painting con su cuerpo.

Ponerle un delantal, desnudarte y poneros a cocinar los dos.

Embadunarlo de aceite y darle un masaje con tu cuerpo.

Admirarle.

Decirle lo que te gusta de él mientras acaricias las partes que mencionas.

Ponerle un lazo en la parte de él que más te guste y regalártelo.

Comerte a mordisquitos una rodaja de piña ensartada en su pene erecto.

Ponerle un delantal minimalista y pedirle que te limpie la casa (sólo en el caso de que tenga un lado sumiso).

Nadar con él en el mar.

Nadar con él en un río a la luz de la luna.

Hacer un dibujo de su cuerpo.

Bailar pegados, mientras él está desnudo y tú vestida.

Esculpir su torso.

Servir una cena de gala en la que ambos estéis desnudos y ataviados sólo con un sombrero y un collar de perlas (tú).
Aplicar crema hidratante en todo su cuerpo.

Si estás orgullosa de su cuerpo, enseñarlo a los vecinos a través de una ventana.

Fotografiarle y ponerlo de fondo de pantalla en tu ordenador.

Explorar sus zonas sensibles y descubrir otras nuevas (atención, la mayoría de las ideas sobre qué hacer con un hombre desnudo también sirven para mujeres).

Rebozarle con mousse de chocolate, chocolate deshecho o helado de chocolate (según la estación) y pasar la lengua lentamente por su cuerpo, saboreando el chocolate.

Besar cada milímetro de su piel con especial atención a sus zonas más sensibles (párpados, orejas, cuello, antebrazos, manos, pecho, vientre…).

Desnudarte delante de él quitándote las prendas poco a poco.

Pedirle que baile para ti al ritmo de tu música sexy preferida.

Ponerle una anilla vibradora y sentarte a horcajadas sobre él.

Rozarle con las yemas de tus dedos.

Pedirle que se tumbe en la cama sin moverse, desnudarte lentamente delante de un espejo de cuerpo entero y acariciarte. Cuando estés a tono (él ya llevará mucho tiempo con los ojos desorbitados), haz lo que te apetezca.

Rozarle con tu pelo.

Probar todos tus cosméticos eróticos con él.

Servirte un plato de espaguetis (sin plato) sobre su cuerpo y comerlos sorbiendo.

Describir una fantasía erótica y ponerle tan caliente que te pida por favor que la llevéis a la práctica.

Desnudarte y grabar un video erótico juntos (guarda tú la grabación!)

Bañarte en un baño de espuma con él.

Bañarte en un baño de gelatina con él.

Morderle, arañarle, pellizcarle los pezones, explorar tu lado más salvaje mientras le pides que te trate con exquisita delicadeza.

Probar con él algún juguetito que le pueda volver loco.

Descorchar una botella de cava y servirlo en su cuerpo.

Ducharle con mimo.

Atarlo y hacerle rabiar excitándole con tus caricias y parando cuando te apetezca.

Pedirle que te desnude poco a poco.

Tocarle o masturbarle con los pies.

Atarlo y hacerle un striptease acercándote a él y dejando que pruebe durante un segundo uno de tus pezones o tus labios.

Sentarlo en una silla y hacerle un lapdance.

Atarlo e irte (en el caso de que quieras acabar con él).

Masturbarle como si fueras tú la que estuviera acariciando tu propio miembro (puedes ponerte a horcajadas sobre él o ponerte detrás de él abrazándole con las piernas y con los brazos).

Ponerte encima y cabalgarle.

Acariciaros todo el cuerpo mutuamente con el compromiso previo de que no habrá penetración.

Regalarle un orgasmo manual u oral.

Desnudarte y tenderte a su lado para abrazaros.

Hacer el amor.

Practicar sexo desenfrenado.

Ver una película con tu cabeza sobre su pecho.

Ponerle a cien sin tocar su sexo.

Llamarle por el móvil e iniciar una conversación hot.

Bañaros juntos.

Leerle una poesía erótica.

Vendarle los ojos y conducirlo a otra habitación donde le acariciarás con una pluma, un plumero, una boa de plumas, un pañuelo de seda...

Escribir una poesía a su torso poderoso y sus sensuales labios.

Servirte sushi en su cuerpo y usar sólo la boca para comer y darle de comer.

Hacer papeletas con todas estas propuestas, escoger una al azar y cumplir lo que salga.

La imaginación está servida... en tu cuerpo, en el suyo o en el de ambos.